EN VÍSPERAS DE OTRO 5 DE FEBRERO
Cuando febrero saca su
manto más frío y nuestros tejados amanecen vestidos de hielos blancos; cuando
los campos de esta tierra del Santo Reino de Jaén se llenan de aceituneros que
afanosos recogen los frutos que sus olivos producen para poder elaborar el “oro
líquido”… Sorihuela del Guadalimar, la “Corte Chica”, se detiene hoy como
antaño para venerar a su celestial Patrona.
Para honrar a
SANTA ÁGUEDA, modelo y ejemplo de virtudes, convicción, fortaleza y fe. Excelente testimonio de amor desde los primeros años de
nuestra historia es el que nos ofrece la Santa cada día, siendo testigo del
Señor y principal emblema de esta Villa.
Abracemos su ejemplo, cojamos de la mano su testimonio y grabemos
en nuestros corazones el coraje y la valentía de aquella joven siciliana, que
pudiendo vivir de forma acomodada y rodeada de toda clase de lujo por su
condición social, prefirió abandonarse en las manos del Señor, brillando en sus
ojos la pasión por la Verdad y ardiendo en su pecho atormentado el fuego de una
fe indestructible y perfectamente cimentada.
Que su testimonio y su intercesión nos ayuden a mirar al
futuro con optimismo y enciendan la luz de la esperanza en nuestros corazones.
Felices Fiestas Patronales y, siempre:
¡VIVA SANTA ÁGUEDA BENDITA!
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